Reunión por Skype, matri para marzo y sesión patagónica en agosto, así no más fue la cosa con la Pancha y Jorge, una pareja de médicos que se conocieron trabajando al fin de Chile, al fin del mundo, en Porvenir.
Y ya llegando a Punta Arenas la cosa se puso entretenida, con un viaje matutino en avioneta hacia Porvenir junto a una señora rezando en el asiento del lado, hasta la llegada a su casa, con la exquisita recepción de sus cinco perros (Ghost, Olivia, Bobito, Snow y Ona)!!
Al siguiente día nos tocó despertar tempranísimo (para mis estándares) para aprovechar el amanecer, potentísimo, de la Patagonia, y realmente valío la pena, lo haría una y mil veces. Para luego ir en la tarde a recorrer la pampa, pueblito abandonado – Percy – incluido, y un viento que casi nos deja el auto sin puertas y las manos al borde de la congelación, algo de lluvia y hasta granizo; pero de nuevo, valió total y absolutamente la pena.
Para el día siguiente, tocaba sesión con la manada completa, así que los sacamos a pasear por la pampa, ellos felices y nosotros corriendo como locos. Así fueron las últimas fotos de despedida, con ese familión tremendo que Pancha y Jorge formaron allá, y que no es más que la expresión genuina de la buena onda que ellos exhalan.
Podría seguir escribiendo, pero esta cosa va de fotos y no de letras, y es que solo me queda dar las GRACIAS por esta tremenda experiencia!!
Disfruten!
DÍA 1
DÍA 2
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